Nace como aldea al amparo de la familia de los Monroy, antiguo Señorío de la zona, pero muy pronto pasa a formar parte del alfoz placentino, en virtud de un acuerdo de los Monroy con D. Álvaro de Zúñiga. Y con el tiempo, pasó a incorporarse a la denominada Campana de la Mata. Su cercanía a Navalmoral, unida a la modestia del municipio, le acarreó un vínculo de dependencia que aún mantiene.

Destacamos la iglesia de San Francisco, una de las más pequeñas de la comarca. También en su núcleo urbano encontramos lugares singulares como los Arcos Santos del Carmen, muestra curiosa de arquitectura popular, o la fuente de los Caños.

Muy cerca del núcleo urbano, la finca “las Viñas del Montecillo” alberga importantes ruinas romanas, en concreto de una villa, con hermosos mosaicos. En el Museo de Cáceres se pueden observar dos de los Mosaicos más interesantes que se encontraron en las mencionadas ruinas, considerados entre los mejores mosaicos de tema figurativo localizados en la provincia de Cáceres.

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